Les quiero presentar una experiencia de una escuela de México (Quetzalli S.C de Metepec) , donde se está implementando la Biblioteca. A cargo de ella está Ana Vilchis, a continuación reproduzco lo que me ha compartido.
"Todo el proceso nos llevó tres semanas, (sin contar la planeación y todo ese trabajo de escritorio). Las dos primeras semanas las ocupamos para la sensibilización, el trabajo de esto fue directamente en biblioteca, platiqué con todos los grupos de primaria, para que me dijeran qué creían que faltaba en la biblioteca, qué les gustaría donar, y si les gustaría encontrar libros como esos empolvados que nadie usa y que no tienen temáticas interesantes.
Me ayudaron a hacer carteles ( por desgracia de eso no tengo evidencia fotográfica) y ellos mismos pensaron (con un poquito de ayuda) las frases que debían tener los carteles y demás propaganda que hicimos, algunos lo hicieron en equipo, otros individual. Pero me pude dar cuenta que muchos tenían gran interés en que su cartel se viera muy bien, para que sus compañeros no dudaran en apoyar con la campaña.
Desde la primer semana empezaron a llegar libros, de aquellos despistados que no tenían bien aprendida la fecha ( que sería dos semanas después) aún así los recibí con mucho gusto. Pasadas esas dos semanas, llegó el día 22 de julio, ese día inauguramos la campaña y colocamos en el patio central de primaria tres cajas grandes, forradas como regalos, cada caja representando un nivel ( preescolar, primaria y secundaria) y de modo simbólico, hicimos las primeras donaciones. A cada donador le regalamos una pulsera con la leyenda "leer me hace crecer"; los niños estaban fascinados con las pulseritas y ver a un compañero con una, los motivó a donar el resto de la semana (la idea de las pulseras la propuse con la justificación de que para los niños, dar no es un proceso completo, a ellos dar, les implica pensar en recibir y no son exigentes). Entonces supuse que sería un buen detalle darles algo para decir gracias y, para mi sorpresa, fue un gran éxito.
También hicimos una gráfica de donadores, la meta era que todos llegaran al 100% (que representaba el hecho de que TODOS los niños de un grado habían donado). No quisimos hacerlo por cantidad de libros porque sabíamos que habría grandes donaciones , y eso les quitaría un poco de responsabilidad al resto de los compañeros. Por desgracia nadie llegó al 100%, el máximo fue 65% y el mínimo fue 48% y aún no tengo idea como poder elevar esos porcentajes de participación ( algo se me ocurrirá).
Al final de la campaña (el día 26) los niños no dejaban de sorprenderse, cosas como:
- WOW! Ana mira cuantos libros ya te regalaron...
- ¡Ya se llenó tu caja! ( la caja de regalo, la dejé en biblioteca, para que se viera bonita y cuando entraran se acordaran de la campaña)
- ¿Quién va ganando? ( en donaciones)
Algunos niños que ya habían donado, me decían: - Mañana te voy a traer más eh!.. es que mi mamá apenas los está juntando.
A los maestros les tocó recordarles a los niños toda la semana en los salones, por desgracia, su participación no fue mucha, a excepción de una maestra ( con la que trabajo excelente) que donó y donó toda la semana y, curiosamente, su grupo fue el más alto en nuestra gráfica y no por la donación de ella ( te repito, la gráfica marcaba el número de niños que habían donado).
A mi me pareció un gran trabajo en equipo, me encantó la reacción de los niños y me emocionaba cada vez que llegaban libros que sé nos hacen falta.
Muchos me preguntaron si estuvo bien, yo la verdad nunca había hecho una campaña de donación, entonces no tengo un parámetro. La directora del colegio, sugirió que se hiciera un kilómetro del libro, para que los niños vieran en longitud todo lo que se había recabado".
